Nombre:
El nombre Ámbar deriva del árabe “anbar” que significa “sustancia fragante”. El término “anbar” se refería en realidad a una sustancia aromática producida por las ballenas cachalote, que se usaba mucho en perfumería en tiempos pasados y llamada “anbar gris”. El equívoco deriva probablemente del hecho que ambas sustancias son depositadas en la cresta de las olas del mar y, si se las calienta, emiten fragancia.
Composición química del Ámbar:
Siendo de origen vegetal, el Ámbar está clasificada como gema orgánica. Esta clasificación incluye todas las piedras preciosas creadas o derivadas de organismos vivos. Es necesario un larguísimo período de tiempo geológico para que la resina de los árboles sea transformada en Ámbar. Este proceso, al igual que otros fenómenos de la naturaleza, nunca ha sido comprendido plenamente ya que dicho proceso prevé la formación de estructuras moleculares muy complejas (polimerización molecular), la evaporación de compuestos aceitosos y condiciones de calor y de presión muy particulares. Apenas secretada, la resina inicia a endurecerse, pero es usada para diferentes producciones.
Extracción del Ámbar:
Se estima que alrededor de los dos tercios de las reservas mundiales de Ámbar se encuentran en el Báltico, de donde llega el 90% del Ámbar utilizado hoy en joyería y en arte decorativo.
El Ámbar Báltico se encuentra en Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rusia y Ucrania. Estos yacimientos han sido formados hace alrededor de cincuenta millones de años, cuando la resina de los bosques de la península escandinava se acumuló en esta área. El corazón del Ámbar Báltico es el puerto ruso de Kaliningrado (llamada anteriormente Königsberg). Aquí en el siglo XV tenían su sede los caballeros alemanes que ejercitaban un control estricto de la producción de Ámbar en Europa, castigando a los traficantes ilegales de dicha gema con el acero afilado de sus espadas. Hoy Kaliningrado es sinónimo de producción de Ámbar y se la conoce como “Special Economy Zone Yantarv” (“Yantarv”: Ámbar en ruso)
Otras fuentes de Ámbar se encuentran en México y en la República Dominicana, donde el Ámbar tropical se obtiene del así llamado “Ámber Valley”.
Historia del Ámbar:
En virtud de su vínculo con el sol, el Ámbar siempre ha sido considerado como una luz mágica que guía a los seres humanos hacia el otro mundo. Los griegos lo llamaban “Elektron” o sea “hecho de sol”. De la etimología griega y de la característica del Ámbar de cargarse de electricidad estática si se lo frota, nosotros derivamos hoy el término electricidad. Otra referencia a su calidad eléctrica nos llega de los Persas, que lo llamaban “Karabe” es decir “lo que atrae una mota”. Como sugiere otro nombre coloquial “Piedra del mar” el Ámbar queda flotando en el agua salada para luego depositarse sobre las playas de la costa del Mar Báltico, llegando a veces hasta las Islas Británicas. Los Romanos lo llamaban “Succinum” que deriva de “Sucus” es decir “jugo” o “líquido espeso”. Al Ámbar del Báltico se lo denomina a veces “Succinita”, por el nombre de una conífera de la cual se formaba, el Pinus Succinifera, muy difundida 50 millones de años atrás durante la era terciaria en Europa del Norte.
Una gema con una tradición tan antigua está ligada naturalmente a un mito famoso: Faetón, hijo de Helio, dios del Sol, pidió permiso a su padre para conducir el carro del sol a través del cielo, y de esta manera poner a prueba su origen divino. Helio dio su consentimiento, pero la mala suerte vino al encuentro de Faetón. Éste hizo volar el carro demasiado alto y la tierra se congeló en parte, luego voló demasiado bajo y así sin advertirlo convirtió partes de África en desiertos. Fue entonces que intervino Zeus, quién lanzó un rayo contra Faetón aniquilándolo de inmediato. La hermana de Faetón lloró la pérdida de su hermano con tal desconsuelo que sus lágrimas se convirtieron en chopos destinados a derramar lágrimas de Ámbar eternamente.
Características del Ámbar:
Por su peso ligero, por el calor que emana al contacto y sobre todo por el maravilloso color dorado el Ámbar es una gema muy amada. Los colores del Ámbar dependen de su composición (tipología de árbol) y de aquello que sucedió en el tiempo luego de su secreción. De transparente a translúcida, el Ámbar presenta una vasta gamma de colores – azul, marrón, oro, verde, anaranjado, rojo, blanco y amarillo. Del Ámbar Báltico se han documentado 256 tonalidades de color, clasificables en tres grandes grupos: antiguo (o clásico), coñac y limón.
A veces se lo denomina equivocadamente como “Ámbar Negro” pero se trata simplemente de ejemplares con tonalidades de color más profundo.
Otras particularidades de esta piedra preciosa son las centellantes imperfecciones naturales y diminutas grietas como así también las inclusiones prehistóricas como semillas, hojas, plumas e insectos. Un Ámbar que encierre un insecto dentro de sí, no solo es una piedra preciosa de colección, sino que implica una importante ventana al pasado a paleontólogos y genéticos.
Variedad del Ámbar:
Al lado de los célebres ejemplares de Ámbar Dorado, se encuentran en Rusia también variedades en verde, que muestran un conjunto cromático que va desde el verde limón dorado al verde bosque.
Cuidado del Ámbar:
Las joyas con Ámbar deben ser limpiadas solo con un paño húmedo.