Calcedonia / Las Piedras Preciosas de Juwelo

Nombre

El nombre de la Calcedonia deriva del puerto de la Bitinia, provincia romana situada en la actual Turquía. El término “Calcedonia” genera confusión, porque es el nombre no solo de una familia de minerales sino de una gema en particular perteneciente a dicha familia. 

En su significado más amplio se refiere a toda la variedad de cuarzo criptocristalino, pero indica además un subgrupo de la misma familia que comprende solo piedras preciosas que van del blanco al gris. La variedad multicolor pertenece a la categoría de las Ágatas. 

Composición química de la Calcedonia

La Calcedonia es una cuarzo criptocristalino, más precisamente un dióxido de silicio, compuesto de cuarzo y morganita. Su composición química resulta: Si02

Extracción de la Calcedonia

La Calcedonia azul de Turquía, que presenta una fuerte transparencia, continúa siendo extraída sin interrupción desde la antigüedad y hasta hoy es extremadamente requerida. Se han encontrado otros yacimientos de esta gema en Brasil, USA (California), India, Madagascar, Malawi, Namibia, Sri Lanka y Zimbabue. 

Historia de la Calcedonia

La Calcedonia desarrolla un rol importante en muchas culturas, sobre todo en aquellas antiguas, como la mesopotámica (actual Irak), la egipcia y la griega. Además ha dejado huellas importantes en la religión cristiana, en el Islam y en la religión budista: no olvidar que este material es el preferido para esculpir estatuas de Buda. 

En la Biblia la Calcedonia está entre las doce gemas dadas a Moisés en el Monte Sinaí quien, obedeciendo a la orden divina (Éxodo 28:15-30) las hizo engarzar en el pectoral de Aarón (Gran Sacerdote y hermano de Moisés). Estas doce gemas representaban a los doce hijos de Jacobo y a las respectivas tribus de Israel.  Cuatro de las doce piedras del pectoral de Aarón pertenecen a la familia de las Calcedonias: Ágata, Jaspe, Ónix y Cornalina. En las Revelaciones (21, 19-21) se cita a un grupo de doce piedras colocadas en las fundamentas del muro de la ciudad de Jerusalén y nuevamente cuatro de ellas pertenecen a la familia de la Calcedonia. Estas gemas están directamente asociadas a los apóstoles (Revelaciones 21, 14) y según la clasificación del Obispo de Caesaera del siglo X, la Calcedonia representaba a Andrés. 

Incluso para los romanos tenía un significado particular siendo la piedra preciosa por excelencia utilizada en la fabricación de amuletos mágicos, sellos y camafeos tallados, además de ser engarzada en preciosos anillos, brazaletes, collares y fíbulas. 

La fama de la Calcedonia no se interrumpe en la antigüedad y continúa siendo amada en el Medioevo y en el Renacimiento. Aún hoy es muy preciada por expertos y talladores de gemas, por joyeros y coleccionistas, como así también entre artistas dedicados al arte decorativo. .

Características de la Calcedonia

Generalmente la trasparencia de la Calcedonia va del opaco al traslúcido. No cuenta con escisión y tiene una dureza entre el 6,5 y el 7 en la escala de Mohs.

El criterio más importante para evaluar una Calcedonia es el color que va del azul claro al gris lechoso. Los ejemplares que presentan una distribución uniforme del color y una mayor trasparencia son los más preciosos. Normalmente las Calcedonias vienen talladas a cabujón y se las usa para incisiones y camafeos. A la hora de evaluar una Calcedonia pulida a cabujón solo hay que prestar atención a la terminación, forma y proporciones de la gema. En el caso de gemas con incisiones, talladas o camafeos es más complejo el juicio y el gusto personal juega un rol fundamental. Como regla se puede considerar la complejidad de los detalles y la distribución del color. 

Cuidado de la Calcedonia

Expuesta a una fuente de luz extremadamente intensa la Calcedonia podría perder la intensidad de su color original; por lo tanto se dan preferencia a las limpiezas al vapor o a ultrasonido que son totalmente seguras.