Nombre
El gemólogo alemán Gottlob Werner denominó la Cianita por primera vez en el 1789, derivando el nombre de la palabra griega “Kianos”, que significa “Azul”. Otro nombre atribuido a esta gema es “Distena” (dado por el gemólogo francés René-Just Haüy en el 1810) el cual indica la fuerte anisotropía de la dureza de sus cristales.
Composición química de la Cianita
La Cianita pertenece a la familia de los silicatos, minerales que se encuentran frecuentemente en la naturaleza. Es una gema alocromática, transparente y debe su tonalidad azul a pequeñas cantidades de elementos colorantes en el interior del mineral. Según la mezcla de estos elementos colorantes, el tono de la Cianita puede variar entre azul-violeta, azul-verde, verde, blanco-marrón, blanco o gris.
Extracción de la Cianita
El material crudo de la Cianita se forma en sedimentos ricos de aluminio expuestos a presiones muy fuertes y a temperaturas muy altas. Se trata de una gema metamórfica. La zona de extracción más conocida de la Cianita es el Kali Gandaki, región de Nepal centro oriental fronteriza con el Tíbet, cuyos yacimientos fueron descubiertos recién en el 1995. Otras zonas de extracción menos importantes se encuentran en Brasil, Kenia, Birmania, Austria, Suiza, Zimbabue y EE.UU.
Historia de la Cianita
La semejanza óptica con el Zafiro Azul ha opacado el merecido puesto de la Cianita en el mundo de las piedras preciosas; solo a partir del siglo XX ha sido reconocida como piedra preciosa autónoma.
Características de la Cianita
La Cianita es una piedra preciosa polimorfa, o sea que presenta diferentes grados de dureza en su estructura. Esta característica la sitúa entre las piedras preciosas más difíciles de tallar. La cantidad de facetas y su color son los criterios a tener en cuenta a la hora de adquirir una Cianita.
Cuidado de la Cianita
La Cianita no puede ser expuesta ni a limpieza al vapor ni a limpieza de ultrasonidos.