Nombre
El nombre Cornalina deriva del latino “carneus”, que significa “hecho de carne” y que hace alusión a su bello color.
Composición química de la Cornalina
La Cornalina pertenece al grupo de las Calcedonias, miembros a su vez de los cuarzos criptocristalinos. Va de traslúcida a opaca y debe su gama de color a la fuerte presencia de óxido de hierro.
Extracción de la Cornalina
La variedad de cuarzo Cornalina puede ser extraído en Madagascar, Brasil, India y Uruguay.
Historia de la Cornalina
La Cornalina es una gema muy amada tanto en el presente como en el pasado. Los reyes mesopotámicos se adornaban con joyas que ostentaban Cornalina y Napoleón poseía alhajas con dicha gema. La Cornalina tiene profundas connotaciones religiosas y espirituales: en la Biblia se haya entre las piedras preciosas que adornaban el pectoral de Aarón (Éxodo 28:15-30) y como una de las doce piedras preciosas de las fundamentas del muro de Jerusalén (Apocalipsis 21:19). Griegos y romanos la usaban como gema a grabar en relieve y para anillos sello. Piedra preciosa venerada además por los musulmanes, ya que es conocida como “Piedra de la Meca” a causa del anillo sello de Cornalina llevado por Mahoma.
Características de la Cornalina
El color de la Cornalina la rinde especial y amada. Su rojo anaranjado intenso resplandece desde su estructura que puede ser traslúcida u opaca. Los ejemplares de rojo oscuro que llegan hasta el marrón llevan el nombre de “Sardas”.
Cuidado de la Cornalina
Si sometida a una fuente de luz muy intensa la Cornalina puede palidecer. Para proteger su sublime tonalidad y su calidad no se la debe exponer a limpiezas de ultrasonidos. En cambio la limpieza a vapor no comporta ningún riesgo.